COMODIDAD
Hola lectores, esperando que se encuentren muy bien y que este día sea lleno de bendiciones en sus vidas.
Sin más iniciamos que este tema ✨
La comodidad es conocida y muy bien aceptada por muchos, es suave y puede endulzarte el oído para que nunca la dejes.
Debes de tener sabiduría para aceptar que estás cómodo, cuando eso sucede es que ya no seguimos avanzando, nos quedamos estáticos en nuestra zona de confort.
Es como cuando te acuestas en tu cama, creo que es mi parte favorita del día tengo que confesar, ese momento tan dulce al acostarte en tu cama después de un día extraordinario, o tal vez un día difícil o estresante. Si bien es cómodo pasar la noche en tu cama, es necesario volverte a despertar y seguir con las actividades diarias.
Algo así sucede con la vida misma, cuando estamos tan inmersos en nuestra comodidad ya sea porque ya dominamos las actividades que tenemos que hacer durante el día, llámese trabajo, escuela, en la casa, en el negocio, entre otras. Cuando llegue este tiempo de que ya sabemos todo lo que conlleva alguna área correspondiente, nos sentimos que somos expertos, pero pasa que para seguir creciendo es necesario seguir avanzando. Es como cuando vamos a la escuela y cuando se termina un ciclo escolar tenemos que pasar a otro año, o en el trabajo que cuando dominamos bien nuestro trabajo que se nos encargó existen las posibilidades de un ascenso.
Cuando nada de esto ocurre, ¿Qué pasa?, Nos quedamos en un estancamiento profundo que ni para adelante ni para atrás podemos movernos, esto ocurre muchas veces porque nos sentimos seguros en nuestra área y otra zona ya no sería segura porque es desconocida y no sabemos si nos puede afectar o perjudicar.
Así es, el ser humano en algunas ocasiones le teme a lo desconocido, porque si me muevo de mi área hay dos maneras en las cuales se puede presentar el resultado 1. Resulta como yo lo esperaba 2. Esto no es lo mío y deseo regresar al lugar donde estaba primero.
Cuando llegó mi tiempo de hacer prácticas profesionales, tenía la oportunidad de salir afuera y hacerlas en otro estado, fue una gran oportunidad, pero obviamente si me invadían los miedos. Se vienen demasiadas preguntas en el proceso y más porque a lo que estaba acostumbrada cambio rotundamente, mi rutina se disparó en gran manera, quería volver a aquellos tiempos en dónde estaba cómoda en el salón de clases, extrañaba a mis amigos y a mi familia. Había días en los que me sentía demasiado sola y hubo momentos en los que me arrepentí de haberme movido de lugar, hoy entiendo que es parte del crecimiento. Y cuando llegaba a ese lugar que yo misma había escogido era sorprendente y me olvidaba de lo mal que me había sentido unas horas antes, y porque a pesar de todo ¡Lo logré!, Terminé mis prácticas y la experiencia que adquirí fue complemente hermosa y muy necesaria de manera profesional para seguir avanzando más adelante.
Durante la pandemia igual paso lo mismo, a todos nos trajo mucha incertidumbre de lo que iba a pasar, mucho miedo de lo que iba a ocurrir el día de mañana. También vino a mover tantos planes que teníamos y a mover sobre todo nuestra rutina, pero gracias a Dios esto está avanzando y como dicen mientras haya vida a seguir para adelante, no hay más.
Vence tus miedos para abrir un mundo de sueños y posibilidades, ponte metas y nuevos retos, no te estanques, es cuestión de confiar en Dios y pedir dirección.
Siempre de Su mano poderosa porque todo lo puedo en Cristo.
Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo, quien me da las fuerzas.
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